El puerto de Cabo Rojo cuenta con una primera etapa de 200 metros de muelle y un nudo de amarre, permitiendo la recepción simultánea de varias embarcaciones. Su infraestructura está diseñada para recibir dos barcos tipo Oasis, la categoría más grande en la industria de cruceros. Además, ofrece espacios de descanso, comercios, restaurantes y bares para los visitantes.
Como parte de un enfoque de sostenibilidad, el puerto opera libre de plásticos de un solo uso y promueve la protección de las áreas naturales cercanas. Forma parte de un ambicioso proyecto de desarrollo turístico en Pedernales, estructurado en cuatro fases a lo largo de diez años, con una inversión proyectada de 2,245 millones de dólares.
Este desarrollo impulsa el turismo, fomenta la generación de empleos y fortalece el emprendimiento local, posicionándose como un motor clave para la economía y una puerta de oportunidades para el país.