La obra tiene un impacto directo en cerca de 400,000 personas que conviven en las urbanizaciones y barrios cercanos o que se localizan y transitan por toda la extensión de la avenida y de las demás calles y vías que confluyen, generando una dinámica interacción vehicular.
Dentro de las comunidades más favorecidas por esta ampliación se encuentran: El Almirante, Buenaventura, residencial Prados de San Luis, Pradera del Este, los residentes de la Base Aérea de San Isidro, Cedros de San Luis, Ciudad Real San Luis, los barrios La Grúa y el Encantador, los residenciales Las Cayenas y Amalia, así como Prado Oriental, entre otros.